Sueño del origen, de Eloy Sánchez Rosillo

por carles66

rosilloSánchez Rosillo es de esos poetas que deberían leer todos los pesimistas, y que se me perdone la reducción porque es evidente que la suya es una poesía para todos. Si lo digo es porque sus versos buscan deseperadamente la belleza, la luz, todo aquello que en nuestras vidas nos aproxima a la felicidad, a la alegría. Desgranando la vida cotidiana en sus más pequeños y, en apariencia, insignificantes detalles, el poeta ofrece al lector un itinerario vital en el que reconocerse para poder afrontar los sinsabores de la vida. La observación, ese bendito don de los poetas al que todos deberíamos aplicarnos, nos permite ser lúcidos ante la desesperanza, comprensivos frente al desaliento, fuertes para resisitir los embates de nuestras tempestades diarias. En «Sueño del origen» (Tusquets, marzo 2011), el lector sabrá que la felicidad (frente a lo que nuestra sociedad tecnológica pretende) no se encuentra en la comprensión de todo, sino en la aceptación del misterio, esa parte que no nos corresponde intelectualmente y que sólo se alcanza desde el alma, desde, si me lo permiten, el humanismo que nos sitúa frente a nuestas limitaciones y reconoce nuestros aciertos. Poesía necesaria, pues, y de recomendable lector. ¡A disfrutarla!

La muerte forma parte del enigma
en que se fundamenta
también la propia vida. No ha podido
nadie soltar el nudo del misterio,
ni cortarlo siquiera
con arrogante espada y gesto inútil.
Hermoso es que así sea lo que es.
El misterio, en sí mismo, es hermosura.
Respíralo; ten confianza; deja
que lo albergue tu pecho,
y no te pierdas en el sí o el no.
Por la vida y la muerte va la nave
suracando el mar azul. Y todo es mar.