Lo que sé de mis libros

Un espacio para guardar la memoria

Categoría: relatos en castellano (traducción)

Amors imperfectes, de Hiromi Kawakami

baixa (2)Volvemos a esta escritora japonesa (Tóquio, 1958) con esta colección de relatos publicados por Quaderns Crema (noviembre, 2016) y traducidos por Marina Bornas. Al leerlos, tenía la sensación de encontrarme realmente ante una serie de poemas en prosa. La precisión del lenguaje, la contención de la acción, el final abierto para que el lector imagine, la capacidad de sugerencia más que el contenido explícito… son elementos que el lector va encontrar en los relatos que configuran el volumen y, sobre todo, en sus personajes. La vida cotidiana, vista a través de una serie de personajes que nada tienen de heroicos y cuyo transitar por la vida se llena de contradicciones, perplejidad y, también, de momentos de soledad, es motivo suficiente para darle al lector buenos momentos de una lectura que fluye con elegancia y sensibilidad. Seguro que no será el último volumen de esta escritora que asomará sus ojos por aquí. ¡Feliz lectura!

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Dos historias nada decentes, de Alan Benett

Alan-Bennett-006Dos relatos configuran este nuevo libro del escritor británico publicado por Anagrama en febrero de este año. El título que los engloba resulta bastante esclarecedor de lo que el lector se va encontrar, que no es otra cosa que una reflexión, mordaz, irónica, despiadada, de las fronteras que separan lo público de lo privado, aquello que configura nuestra intimidad y, en definitiva, las circunstancias que nos obligan a encontrarnos con nosotros mismos. Con la falta absoluta de pudor tan característica y sin el objetivo de buscar falsos moralismos, Benett retrata unos personajes metidos en una espiral de acontecimientos que confrontan la visión que los demás tienen de ellos con su auténtica realidad. Sexo, ambición, el paso del tiempo, aprovechar las últimas oportunidades que te da la vida… son temas que desfilan por estas magníficas páginas de las que el lector difícilmente se desenganchará hasta haberlas terminado. Como siempre también, la sonrisa en ocasiones se nos quedará congelada ante el descubrimiento de que los seres humanos, por mucha civilización que nos contemple, todavía seguimos llevándonos por las «oscuras» pasiones más de lo que debiéramos (o no…). Valga como «moraleja» las últimas frases del libro:

«En suma, los secretos abundan, y Betty es la que más tiene, como de todo lo demás. Aun así, todo el mundo, si no está contento, tampoco está descontento. Y van tirando.»

PN 826